Todos los años terminan en el océano alrededor de 13 millones de toneladas de plástico. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la contaminación causada por los envases de plástico en el mar ha crecido considerablemente en los últimos años y se prevé que se duplique para 2030, con terribles consecuencias para la salud, la biodiversidad y el clima.
Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) califica la contaminación actual del planeta como una crisis mundial y enfatiza en la necesidad de actuar rápidamente para controlar este problema desde la raíz. Por lo tanto, lo que buscamos es impulsar pequeños cambios que sean capaces de reducir este impacto. Si bien, disminuir la producción de estos envases es la primera solución propuesta, la reutilización y el reciclaje plantean alternativas claramente viables para solucionar el problema de los envases de plástico en el mar.
Es importante considerar que alrededor del 40% de los plásticos provienen de la industria del embalaje. Esta industria engloba a todas aquellas empresas que se dedican al acondicionamiento de los productos para protegerlos con el objetivo de facilitar su manipulación, transporte y almacenamiento.
La raíz del problema
De manera anual un aproximado de 30 mil millones de botellas terminan en los distintos océanos. De acuerdo con datos recabados por Coastal Clean Up en su informe, las botellas de plástico ocupan el quinto lugar de objetos contaminantes y le antecede únicamente las colillas de cigarro, empaques de comida, popotes y cubiertos desechables.
Otro factor contaminante que es indispensable considerar, es que el plástico no procesado se convierte en microplásticos. Los microplásticos son pequeñas partículas de hasta 5 mm de diámetro, que provienen de distintos residuos, como las bolsas de plástico, botellas o incluso las redes de pesca. Según la ONU, el microplástico puede entrar en el cuerpo humano por inhalación y absorción a través de la piel y acumularse en los órganos. Esto significa que el plástico es ingerido a través de los productos del mar, bebidas e incluso la sal común.
Soluciones para evitar los envases de plástico en el mar
1. Economía circular
El modelo económico actual es lineal, esto significa que nos encargamos únicamente de extraer, producir y desperdiciar. Para evitar que este modelo cause un impacto mayor en el planeta, es muy importante transformar y crear conciencia desde cómo gestionamos y fabricamos nuestros productos, hasta cómo los usamos y desechamos.
Según la Fundación Ellen Macarthur la economía circular ofrece un sistema en el que los materiales están diseñados para usarse, no para agotarse. Esto quiere decir que desde el inicio, los productos y los sistemas en los que se encuentran deben diseñarse para garantizar que no se pierdan materiales, que no se filtren toxinas y que se logre el máximo uso de cada proceso, material y componente.
2. Reciclaje de envases
El reciclaje de plástico es un proceso de recuperación y procesamiento de los desechos para transformarlos en productos funcionales y útiles. Para conseguir resultados positivos con esta técnica, es muy importante conocer la clasificación de los distintos tipos de plástico, ya que su identificación facilitará su reciclaje.
Por ejemplo, el PET es un material 100% reciclable que además, requiere de menos energía y menos agua para su fabricación y reciclaje. Además, se ha demostrado que tiene una menor huella de carbono a comparación de otros materiales como el vidrio, el aluminio y el cartón.
Sin duda alguna, es responsabilidad de todos (desde la industria hasta el consumidor), gestionar los residuos de plástico con conciencia y evitar que terminen en el mar. Si tienes alguna duda sobre este tema o deseas adquirir envases 100% reciclables, no dudes en contactarnos.