Un poco de historia…
El símbolo de reciclaje fue creado por el estadounidense Gary Anderson en 1970, como parte de un concurso de estudiantes, convocado por la Container Corporation of America, una empresa papelera con sede en Chicago. Anderson se inspiró en la Banda de Moebius, para crearlo y no solo se usa para representar las tres “R” (reducir, reutilizar y reciclar), también se utiliza para clasificar los plásticos, con un código de identificación en su interior.
Este código, fue propuesto por la Sociedad de Industrias de Plástico (SPI) en 1988, para enumerar a los distintos tipos de plástico en orden decreciente con base al volumen que se reciclaba en ese entonces. Este sistema fue diseñado para usarse voluntariamente, sin embargo, en la actualidad se aplica en todo el mundo.
Código de identificación de las botellas de plástico
Según la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (anipac), las principales ventajas de los plásticos son: su ligereza, versatilidad y durabilidad. Por lo que permiten el envasado de alimentos y el transporte de productos de un lugar a otro, sin ningún inconveniente. Por esto y más, el plástico se convirtió en una herramienta esencial para todo tipo de industria. Sin embargo, es innegable que los problemas ambientales se han relacionado directamente con el uso desmedido del mismo.
Para continuar aprovechando las ventajas de este material al máximo, es indispensable clasificarlo y reciclarlo con responsabilidad. De acuerdo con la Sociedad de Industrias de Plástico, los plásticos más comunes se clasifican con un número del 1 al 7 y es común encontrarlos en la base de las botellas o contenedores.
¿Cómo identificarlos?
El material más utilizado para fabricar botellas de plástico es el tereftalato de polietileno (PET), por lo que se clasifica como el número uno en la lista; el número 2 es el Polietileno de alta densidad (PEAD) y puedes encontrarlo en productos de limpieza y botes de crema o leche; el tercero es el policloruro de vinilo (PVC) y es ideal para la fabricación de botellas de champú, tuberías y juguetes; el polietileno de baja densidad (PEBD) se clasifica con el número 4 y puedes encontrarlo en bolsas de supermercado, plásticos para envolver y guantes; el número 5 es para el polipropileno (PP) y es común utilizarlo en tapas y envases de mantequilla o yogures; el poliestireno (PS) ocupa el número 6 y podemos encontrarlo en algunos juguetes, cubiertos y corcho blanco (unicel). Por último, con el número 7 se clasifican los plásticos que no son reciclables.
Correcta clasificación
La clasificación de los plásticos es el primer paso para que el reciclaje obtenga mejores resultados. Para que esto sea posible, es esencial que los plásticos se separen de acuerdo a las propiedades fundamentales del material que se empleó para su producción. Algunos de los parámetros son color, tamaño de la partícula, densidad y electromagnetismo. Por eso es esencial que los fabricantes indiquen el tipo de plástico que utilizaron para crear sus productos, ya que simplifica el proceso de reciclaje.
PET: el número 1
El Tereftalato de polietileno, mejor conocido como PET, por su nombre en inglés (polyethylene terephthalate), es uno de los materiales más utilizados para fabricar envases y botellas de plástico. Este tipo de material se caracteriza por ser cristalino, ligero, flexible y muy resistente.
Es muy importante mencionar que una de las principales funciones de las botellas de PET es que son reutilizables por su larga durabilidad. Por lo tanto, nuestra obligación como sociedad es reciclar y reutilizar las botellas de plástico con responsabilidad para evitar que se transformen en basura.
Beneficios para el medio ambiente
Una característica muy interesante, es que las botellas de PET son 100% reciclables y requieren menos energía y agua para su fabricación y reciclaje en comparación con vidrio, papel o cartón. Además, se ha demostrado que tiene menor huella de carbono que los otros materiales ya mencionados.
Si te interesa adquirir un envase PET 100% reciclable, ligero y resistente, no dudes en contactarnos.