De envases PET a arquitectura
Los envases PET son unos de los más populares dentro de la industria de bebidas, lo que ha generado que se produzcan cientos y cientos dando paso a que se tomen medidas de reciclaje para darles una segunda vida y así, preservar al planeta. Esta forma de crear nuevos materiales a partir de otro, se ha visto reflejada en el sector de la construcción. Si quieres saber cómo los envases PET han llegado hasta la arquitectura, sigue leyendo nuestro blog.
¿Qué es el PET?
Se le conoce como PET al Tereftalato de Polietileno. Es un tipo de plástico utilizado por múltiples industrias, por lo que se encuentra practicamente de cualquier forma en nuestro día a día.
Gracias a su ligereza, resistencia, transparencia y reciclabilidad, se posiciona como uno de los materiales más usados en la fabricación de distintos productos, especialmente para:
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Botellas de agua, refrescos, jugos y aceites.
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Envases PET para alimentos.
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Fibra textil para ropa, cobijas y tapicería.
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Bandejas y empaques termoformados.
Dentro de sus principales características encontramos:
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Alta resistencia a impactos.
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Ligero y transparente.
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Cero tóxico, por lo que es apto para uso alimenticio.
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Reciclable y con larga vida útil.
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Buena barrera contra la humedad y gases.
Su popularidad se debe a que combina costos accesibles, versatilidad, seguridad alimentaria y una cadena de reciclaje muy desarrollada, convirtiéndose en uno de los plásticos más sostenibles cuando se gestiona adecuadamente.
¿Cómo se relaciona la arquitectura con los envases PET?
Uno de los materiales resistentes que tiene una gran posibilidad en la industria de la construcción es el plástico derivado de envases PET. Dado a sus características y alta resistencia, se puede procesar para formar tabiques o piezas modulares para la construcción de muros, losas, celosías o bien, para la construcción completa de edificaciones.
Existe un proyecto denominado Eco Ark que representa un gran ejemplo de cómo el PET puede ser transformado en un material de suma fortaleza y duración, permitiendo construir estructuras habitables y muy sólidas.
Otro trabajo similar es el del ingeniero Peter Lewis de la empresa Byfusion que creó una máquina para transformar plástico en tabiques. El proceso de elaboración es parecido al de Eco Ark, puesto que los envases PET una vez que están dentro de la máquina, son lavados y presionados para formar bloques que serán utilizados normalmente en muros de carga y contención.
Proyectos semejantes en América Latina
En la actualidad, se han tomado cartas en materia de reciclaje debido al proyecto “Tabiques de botella” de la Universidad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. En este proyecto el PET es molido y usado como reemplazo de la piedra, dando como resultado tabiques, tejas, losas y páneles.
El primer paso consiste en clasificar las botellas por color, compactarlas e introducirlas en un molino para transformarlas en polvo. Lo siguiente es mezclarlo con cemento, arena y un químico que mejora esta combinación para que al final, se convierta en viguetas o bloques que puedan utilizarse en paredes, techos o pisos.
Una de las grandes ventajas de este material es que permite tener piezas más ligeras a comparación de los materiales con los que normalmente se contruyen las edificaciones.
Todos estos proyectos nos permiten ver que podemos reutilizar algunas cosas, como los envases PET, para generar nuevos productos a un costo menor e igual de funcionales que reemplacen a los ya existentes en el mercado. Además, representan quizás una oportunidad de vivienda para aquellas personas que no cuenten con los recursos económicos suficientes para adquirir materiales de construcción más comerciales.
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